sábado, 9 de junio de 2018



      ¡¡QUE NO, QUE NO!!

Ojo por ojo...ojo al cuadrado. No sé tú, pero recuerdo como lo decíamos en esa época. Pero no, nos decían, siempre hay que poner la otra mejilla. Yo no sé vosotros, pero yo la puse y vamos que la puse. Y ya no la pongo más. No veas cuántas veces me la partieron,  bueno que me la pusieron de esa manera, vamosque me la pusieron que ni yo me reconocía. Y no, ni migita. Ya, pero ya mismo, el ojo al cuadrado.
      


          
     
     

1 comentario:

Jose Cuadros Moreno dijo...

Amigo Juan Adolfo: Ojo por ojo y diente por diente, Hay que tratar de evitar que se presente la ocasión de tener que poner la otra mejilla, un regate en corto y un desplante torero, pueden ser la solución, pero si continua el peligro, tira el capote al suelo y que el contrincante clave los cuernos en la tierra; eso modifica la escena, el agresor se convierte en victima de su propia medicina, o también pon la muleta pegada al burladero y el atacante se romperá los cuernos contra la madera; como ves, remedios al cuadrado. Un fuerte abrazo de tu amigo Pepe Cuadros, experto en regates y desplantes.