No puedo estar hecho a imagen y semejanza de Dios. No me lo creo. Seria un dios extraño, raro, aburrido, con manias, con temores... ¿Y semejante a quien entonces? ¿Pertenezco a este planeta? ¿Soy de este planeta? ¿Estoy adaptado a este planeta?. Estoy a expensas de cualquier bichito que se lo proponga. No aguanto un frio apretadito, ni un calor exagerado y los nublados me ponen fatal de la chota. No puedo ser de este planeta, seguro, y me lo temia, hace tiempo que me lo veia venir, especialmente cuando me veo en el espejo: la oxidación esta surtiendo efecto. ¡¡No sere eterno¡¡ No viviré eternamente. ¿A semejanza de quien entonces?. Vaya faena, resultar ahora que somos semejantes a nuestros semejantes.
viernes, 15 de mayo de 2009
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1 comentario:
Amigo Juan Adolfo: Nadie sabe exactamente como es Dios: así es que nos hemos fabricado uno a nuestra imagen y semejanza, en el que su esencia es el amor; los antecesor y los humanos que nos precedieron, se las arreglaron como pudieron, creyeron en lo que creyeron con multitud de obstáculos, que a diario ponían su cortas vidas en peligro; hoy con tantos recursos materiales que disponemos, la psiquis está inestable, insegura y miedosa, no vemos la cosa clara, pero debemos seguir adelante para no retroceder, porque no se debe dar un paso a tras ni para coger carrerilla. No indagues tan adentro del tiesto, que algunos lo tienen hueco. Un fuerte abrazo de tu amigo Pepe Cuadros, el optimista sin motivos.
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