sábado, 24 de octubre de 2009

SOLO YO

Es tarde: soy noctámbulo no lo puedo remediar y me gusta la noche, mejor me encuentro bien en la noche. Y estoy leyendo y me he visto obligado a dejar de leer, que ya es decir, ante el hermoso silencio que siento alrededor. Me gustaría poder describirlo, pero no se si podré, porque no es sólo el silencio, sino la suave, silenciosa serenidad que me inunda en este instante. Y suspiro, suspiro profundamente. Creo encontrarme en uno de esos momentos en que realmente estoy conmigo. No hay nada que me altere o distraiga: estoy conmigo y siento que todo sale de mi o está en mi. Nada me distrae ni me turba. Solo estoy yo. Creo que es el momento mágico de la meditación.

1 comentario:

jara dijo...

La noche es la aliada del misterio, de lo intenso, de los sueños, del susurro, del amor, de la intimidad, también de la amistad, la tertulia, los encuentros con los demás o con uno mismo. Es la aliada de los valientes, de los que se enfrentan con sus pensamientos, de los inconformistas, de los que no puden ser simples aunque se lo propongan... Has elegido una gran aliada, disfrútala.